Vida en Marte

Desde que los dos cacharros de la NASA pisaron la superficie de Marte, no vivimos tranquilos. No pasa una semana sin que nos sobresaltemos con alguno de los hallazgos de la doble misión científica. Un sinvivir: un día, que hubo agua en Marte, otro, que además era salada; otro, que es factible que pudiera haber vida; luego, que si han fotografiado un OVNI...

Pero lo último rebasa con creces todo lo concebible:

Sondas en Marte encuentran extraño disco

La NASA acaba de ofrecer la explicación oficial: se trata de una pieza de una de las propias sondas espaciales. O sea, que prefieren que pensemos que los cacharros que han mandado se están cayendo a trozos (riánse del Beagle 2) a que sepamos la verdad.

Blair, Aznar y Berlusconi no se han demorado en corroborar la versión oficial: Si lo dicen los de NASA, es que es verdad y punto, coño. Incluso alguno de ellos ha sugerido off the record que hay indicios de que las armas de destrucción masiva de Saddam fueran escondidas en la llanura Meridiani Planum (lugar donde una de las sondas se haya dando vueltas en círculo) días antes de la brillante operación militar que arrasó Irak. Algún diplomático ha filtrado también una inquietud de la administración norteamericana: Si hubo agua... ¿por qué no ha de haber petróleo?

Sin embargo, mi compañero de correrías varias Ufo, basado en fuentes fidedignas, me traslada la sospecha de que el extraño objeto circular hallado en Marte es con casi toda seguridad un compact-disc de Cat Stevens o, más improbable, de Bob Dylan. De confirmarse este dato, la hipótesis de que los alienígenas están entre nosotros se haría aun más sólida. No sólo están entre nosotros, sino que encima se llevan souvenirs.