29 de octubre de 2003

Arrabal o el triunfo del Pánico

¿Llegará el Mineralismo?
Quizá para expiar la culpa de tantos años de persecución y ostracismo, el estado epañol ha distinguido a Fernando Arrabal con el Premio Nacional de Literatura Dramática.

Él, que confiesa "tener el retrete lleno de premios", ha expresado su alegría, creo que sincera, por un premio "español y encima dramático".

Aunque este personaje nos pueda parecer a simple vista estrambótico, críptico y absurdo, ha contribuido de manera muy decisiva a pintar con tiza en el asfalto la línea que divide la mediocridad imperante de la brillantez genial proscrita y clandestina.

Cualquiera no puede presumir de contar con la admiración de monstruos como Eugene Ionesco o Milan Kundera, cualquiera no puede contar con que premios Nobel como Cela o Aleixandre hayan reconocido su singular genialidad.

Os dejo con una frase de este hombre siempre coherente con sus incoherencias y, por lo tanto, siempre lúcido:

"Los fanatismos que más debemos temer son aquellos que pueden confundirse con la tolerancia".

Felicidades, Fernando.