11 de noviembre de 2003

Estimat Miquel

Sólo escribo hoy para llorar una vez más la ausencia de otro orfebre de las palabras.

Miquel Martí i Pol, como la inmensa mayoría de los escritores en lengua catalana, es poco o nada conocido fuera de Cataluña. Creo que esto se debe a que nadie se molesta en traducirlos, ni en conocerlos, ni en darlos a conocer.

A Miquel, si hubiese Cielo, le pido que interceda, como santo de los versos, para que las lenguas sean puentes y no muros infranqueables.


No demano gran cosa:
poder parlar sense estrafer la veu,
caminar sense crosses,
fer l'amor sense haver de demanar permisos,
escriure en un paper sense pautes...

(No pido gran cosa:
poder hablar sin disfrazar la voz,
caminar sin muletas,
hacer el amor sin tener que pedir permiso,
escribir en un papel sin pautas...)


Bon viatge, Miquel.