25 de noviembre de 2003

La suerte de Copito

Como supongo que sabréis, el único gorila albino conocido hasta el momento en el mundo, Copito de Nieve, ha muerto ayer en el Zoo de Barcelona (lo siento por aquellos que apostastéis por el Papa).

Horas después de conocerse la noticia, trascendió a la opinión pública que los cuidadores decidieron administrarle una inyección letal, ya que el cáncer de piel que padecía había comenzado a producirle un agudo dolor. Con humano criterio, los responsables de la criatura optaron por ahorrarle el sufrimiento.

Salvador Pániker, presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente, se ha quejado de que este hecho no haya levantado ninguna reacción de protesta pero sí cuando se trata de otro tipo de animal: el ser humano.

En España está parcialmente legalizada la eutanasia pasiva (esto es, que le desenchufen a uno de la máquina que le mantiene artificialmente en vida), siendo la legislación más avanzada la de, cómo no, Cataluña. Sin embargo, si uno está agonizando mientras echa el bazo a trozos por la boca, a joderse tocan, gracias principalmente a la doctrina fundamentalista y medieval del Vaticano.

Si uno pertenece, o se siente pertenecer, a la secta de Wojtila, que haga lo que le dé la gana, que se gane el cielo, que acepte el padecimiento que su buen dios le envía. Muchos testigos de Jehová, por poner un ejemplo, han muerto en los hospitales porque su religión prohibe terminamente la transfusión de sangre (misterios de las doctrinas religiosas). Pues bien, que se mueran si es lo que creen que deben hacer, están en su derecho.

Sin embargo, creo que los que no pertenecemos a ninguna secta debemos tener el derecho a morir sin sufrimiento, pero este derecho se nos hurta al albor del oscurantismo de un pensamiento primitivo e incivilizado que todo lo tizna en Epaña, reserva espiritual de Occidente.

Qué suerte ha tenido Copito naciendo gorila. A un albino humano le hubiera tocado retorcerse de dolor hasta morir.

Una asociación pro-eutanasia reclama para las personas
el mismo trato que para Copito de Nieve


Asociación Derecho a Morir Dignamente