Otoño

Hoy comienza el otoño, esa época del año que muchos denostan porque, al menos en estas latitudes (40º25'N, 3º45'W), pone fin a la laxitud veraniega (léase cachondeito para aquellos que poco amigos de los eufemismos).
A mi me gusta mucho el otoño. Es probablemente mi estación preferida, aunque esto lo descubrí ya adulto, en un viaje por tierras de Soria un octubre de hace unos años. Nunca he vuelto a ver colores más bellos ni campos más hermosos que aquellos.
El otoño no goza de muy buena fama. Quizá por su carácter ya referido de epílogo del verano y de preparación para el inminente letargo invernal. También se suele relacionar con los suicidios, aunque hay estudios que demuestran que esta asimilación es simplista e injusta, y que en primavera y verano pueden dispararse los índices de conductas auto-atentatorias mucho más que en otoño.
En fin. Iré calentando la reflex para fotografiar este gran strip-tease colorista que nos ofrece la Naturaleza. Ya sé que soy raro pero, vamos, que este espectáculo a punto de comenzar, un año más, no lo cambio yo por la ordinaria estampa de una playa abarrotada de caribeñas en tanga, pongamos por caso. Gozando de la vista veraniega, uno sólo puede pensar casi esclusivamente en una cosa. Gozando de la contemplación del otoño, en cambio, uno puede pensar en muchas.