Crossover
Otra vez. Otra vez hemos desayunado metralla, muerte, dolor y miedo. Hombres matando hombres, café con odio para todos. A lo largo de hoy he revivido el Jueves Negro, aquel día en que el cielo cayó sobre nuestras cabezas.
Una mayoría de los habitantes del planeta vive el horror a diario. En vez de esforzarnos en amar nos esmeramos, unos y otros, en odiar. Los muertos, como siempre, los ponen los desprotegidos.
Al llegar a casa esta tarde tenía una preciosa carta, una carta que me decía cosas muy bellas. Me siento afortunado por querer y ser querido. Qué raro me siento. Hoy he sentido el amor absoluto y el odio absoluto. Siento miedo y esperanza al tiempo, pienso que podemos ser todo, que podemos ser nada. Hay dos caminos que se cruzan. Mientras tanto, releo la carta que hoy me han escrito.
Una mayoría de los habitantes del planeta vive el horror a diario. En vez de esforzarnos en amar nos esmeramos, unos y otros, en odiar. Los muertos, como siempre, los ponen los desprotegidos.
Al llegar a casa esta tarde tenía una preciosa carta, una carta que me decía cosas muy bellas. Me siento afortunado por querer y ser querido. Qué raro me siento. Hoy he sentido el amor absoluto y el odio absoluto. Siento miedo y esperanza al tiempo, pienso que podemos ser todo, que podemos ser nada. Hay dos caminos que se cruzan. Mientras tanto, releo la carta que hoy me han escrito.
2 Comments:
Y quedan muchas cartas por escribir.
Muy bello tu apunte. Las paradojas a las que estamos sometidos en la actualidad requieren mucho valor y capacidad de reflexión.
Y mientras las cartas y la presencia de los que nos aman, continúe, podemos tolerar el odio y la avaricia circundantes.
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