(Intento de) koan póstumo en tiempos del núcleo del átomo
Los hibakushas del subsuelo sentimos anoche la sed y la desesperación.
Oppenheimer, allá donde esté, llora los lamentos de los asesinados y la necedad de los asesinos.
Oppenheimer, allá donde esté, llora los lamentos de los asesinados y la necedad de los asesinos.
2 Comments:
...y que todavía haya gente que le busca justificación... eso sí que fue Terrorismo de Estado del güeno, oiga
Es que ya sabes, si lo hacen otros es terrorismo. Si lo hacemos nosotros, los Buenos, es legítima defensa.
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