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La cuestión mas importante para alcanzar el éxito es la honestidad: Hay que evitarla a toda costa.
Groucho Marx.
Un día como hoy, hace dos años, empecé a escribir este blog y aún no os he hablado del subsuelo.
Mi cubil es pequeño, cálido, confortable. Las maltrechas paredes, allí donde no haya espejos en los que no me miro, apenas sostienen combadas estanterías donde reposan libros de todo pelaje, libros en diversas lenguas: algunas que hablé, otras que hablo y algunas otras que quizá no llegue a entender nunca.
Mi cubil es, para entendernos, una semi-anárquica biblioteca con un jergón, una cafetera, un mate dulce y dos plantas. Las joyas de la corona: Una edición de Die Geburt der Tragödie de Friedich Nietzsche, impresa en Leipzig en 1900, año en el que murió el autor, y una edición de 1901 de Gracias y desgracias del ojo del culo, de don Francisco de Quevedo.
Desde mi ventanuco mi compañera y yo miramos los atardeceres violeta que nos depara Septiembre. Fuera del hogar a veces hay ruido e incomprensión, pero qué más da cuando se tiene nada y todo a la vez. Pobres los que sólo tienen nada, pobres los que sólo tienen todo. Bienaventurados en cambio los fracasados (que no los frustrados) porque ellos disfrutan de la lejanía del éxito.
Groucho Marx.
Un día como hoy, hace dos años, empecé a escribir este blog y aún no os he hablado del subsuelo.
Mi cubil es pequeño, cálido, confortable. Las maltrechas paredes, allí donde no haya espejos en los que no me miro, apenas sostienen combadas estanterías donde reposan libros de todo pelaje, libros en diversas lenguas: algunas que hablé, otras que hablo y algunas otras que quizá no llegue a entender nunca.
Mi cubil es, para entendernos, una semi-anárquica biblioteca con un jergón, una cafetera, un mate dulce y dos plantas. Las joyas de la corona: Una edición de Die Geburt der Tragödie de Friedich Nietzsche, impresa en Leipzig en 1900, año en el que murió el autor, y una edición de 1901 de Gracias y desgracias del ojo del culo, de don Francisco de Quevedo.
Desde mi ventanuco mi compañera y yo miramos los atardeceres violeta que nos depara Septiembre. Fuera del hogar a veces hay ruido e incomprensión, pero qué más da cuando se tiene nada y todo a la vez. Pobres los que sólo tienen nada, pobres los que sólo tienen todo. Bienaventurados en cambio los fracasados (que no los frustrados) porque ellos disfrutan de la lejanía del éxito.
4 Comments:
Enhorabuena, Nihilsum.
Que tus apuntes sean tan brillantes como hasta ahora muchos años más... Y que servidora siga a tu lado, para seguir leyéndolos en la penumbra del cubil, en silencio.
Los buenos deseos para usted y su compañera, de su amiga Mara, que les lee desde Argentina.
Felicitaciones.
Has dicho bien y de manera muy bella.
Yo me congratulo con este pequeño festejo con el que celebras ya dos años de testimonios en la red.
Dos años en que nos has brindado una re-flexión de lo vas cavilando mientras vives y disfrutas de lo tuyo, lo más íntimo y lo que te hace rico, no en objetos, sino en experiencias, palabras y relaciones.
Un abrazo y que sigas escribiendo muchas notas más aqui con la agridulce elegancia que te caracteriza y con el tino para escojer citas magistrales como la del Groucho con que inicias tu poema de hoy.
¡¡Y que todavía haya gente que dice que el marxismo ha fracasado!! ¡¡Feliz aniversario, Nihilsum!!
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