5 de junio de 2006

En la nave del misterio

Con Iker Jiménez en la Feria del Libro de Madrid
-¡Coño, Nihilsum!- me dicen algunos de mis pocos amigos y algunos de mis muchos conocidos- ¿Cómo es posible que tú, tan escéptico, tan analítico, tan filósofo como tú eres, te tragues todos los programas de este individuo?
Escéptico soy bastante, analítico cada vez menos y filósofo... bueno, digamos que quienes me aprecian confunden con benevolencia mis ditirambos etilico-cannábicos.
Siempre me ha atraido el misterio, lo que parece inexplicable. El misterio es la fuente de toda ciencia, decía Einstein, el que no pueda hacer una pausa para maravillarse, está muerto.
Ya de muy joven escuchaba a Antonio José Alés y a Miguel Blanco, leía los libros de Juanjo Benítez y veía los documentales de Jiménez del Oso. Sin embargo, estar expuesto ante tal contaminación de heterodoxia no ha dejado mancha alguna sobre mi pulcro escepticismo. No me creo que los extraterrestres estén infiltrados entre nosotros, por ejemplo, pero tampoco me creo mucho más lo que veo en las noticias o lo que dicen los políticos.
Indagar, preguntarse, cuestionar a veces no gusta, no conviene o incluso puede resultar peligroso. Alguien me comparaba hace poco el programa televisivo de Iker Jiménez con un programa de sensacionalismo rosa: como si preguntarse por fenómenos o hechos inexplicables fuera lo mismo que preguntarse con quién se acuesta Fulana o Mengano. Lo primero puede conducir a que reflexionemos sobre si todo lo que vemos y sentimos es como lo vemos y sentimos, lo segundo conduce irremisiblemente al cretinismo y al adocenamiento más patético.
Farsantes y charlatanes hay en todos lados, en algunos gremios socialmente muy valorados en muchísima más cantidad que entre esos periodistas que ha elegido investigar en las sombras del conocimiento. Un idiota será un idiota siempre, delante de un libro de Borges o delante de un folleto de supermercado. Un curioso con juicio crítico, sin embargo, se valdrá de aquellos pocos que cuentan lo que generalmente no cuenta el resto para recorrer su propio camino.
Iker Jiménez, quizá el más carismático de una nueva generación de periodistas de lo insólito, lleva ya un tiempo con un programa de radio ya convertido en clásico de las ondas españolas, como lo fue en su tiempo Medianoche o Espacio en blanco. Hace unos meses inició una aventura en televisión que le ha procurado fama por un lado y críticas por otro. Si de este modo consigue que ciertas personas se acerquen a apasionantes obras como La rama dorada de Frazer, Guía de los pueblos malditos de España de Juan García Atienza o Los templarios y otros enigmas medievales de Juan Eslava Galán, bendito sea, por una vez, el circo mediático. Nadie con un mínimo de cultura puede tachar ninguno de los nombres anteriomente mencionados como sospechosos de charlataneria o falta de rigor.
Lo dicho: nada es lo que parece. Ni la geometría euclidiana ni la física newtoniana pueden ya sostenerse tras los descubrimientos de la física cuántica. Los paradigmas se agotan, las verdades históricas amarillean y sólo quien vive de ellas las defiende con uñas y dientes. La vieja historia del Hombre.
Mientras tanto, aún nos queda el misterio.

4 Comments:

Blogger H. apunta

Sabia tu prosa como siempre, Nihilsum.

Nos vemos esta noche en la nave del misterio.

21:21  
Blogger zoquete apunta

Oops... peligrosas comparaciones... las crónicas rosas pueden ser tan deliciosas como las científicas, y la ligereza con que se tratan unas tan perjudiciales como si se hiciera con las otras. Al final todo se resume en respeto por quien te lee o escucha, por el interlocutor, y cuando muchas palabras se vierten sólo esperando ordeñar al otro, entonces algo, definitivamente, falla... Vaya por delante que no tengo el gusto de conocer ni uno ni otro tipo de programas, aunque no creo que me disgustara probarlos en alguna ocasión.

15:37  
Blogger djflow apunta

¡Me postro ante ti! ¡Tienes una foto con Friker Jiménez!

Yo le admiro porque ¡es un animal mediático! ¡es divertido! ¡es espectacular! ¡es grande! ¡no se moja ni debajo del agua! ¡tiene el negocio super bien montado con la parienta!

Grandioso ese momento en el que descubrió el trucazo de Uri "que te la doblo" Geller ¡Esas recreaciones televisivas! ¡Esas psicofonías!

En resumen: Friker es un puto crack y moooooooooooooooooooooola mazo.

Bueno, vale, y también es buen divulgador.

Saludos desde el averno madrilé.

02:08  
Anonymous Anónimo apunta

Fabuloso tu comentario, amigo.
Tus palabras llegan al fondo, como buen filósofo. Muchos se quedan en la superficie.
El comentario de iker, ese hombre que se pregunta cosas constantemente y que tiene algo hipnótico y verdaderamente mágico en su forma de contar, es sublime.
Muchos solo pueden quedarse en la superfcie. También es importante la forma comunicacional, la asombrosa fuerza que imprime a cada palabra y cada gesto ese comunicador.
Que l alaben mucho y que le critiquen mucho creo que a él, relamente ni le importará. Es un buscador, como nosotros.
gran comentario amigo.

Julio F

04:27  

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